Intento penetrar en tu
verdad prohibida
oculta en el silencio y
palabras concisas.
He probado mil llaves que me
abran tu vida
Lo intento por tus ojos, o a
través de una brida
que mi filosa lengua
practica en tu alma ida.
No encuentro la hechicera,
ni al mago, ni al druida
que aclare el manto negro de
tu oscura avenida
No sé qué es lo que callas,
no sé qué es lo que anidas,
pero es obvio que sangra
cuando se abre la herida.
Un manto de misterio se
cierne en tus pupilas
y la ira del infierno en tu
sangre suspira.
al soltar a la bestia que
anida en tu guarida.
Y este dolor me puede al
verte poseída
Lejana, sideral, arcana,
retraída
Y me quedo en silencio
sepulcral de suicida
Buscando las respuestas que
te traigan a la vida.
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