7.8.12

Los ojos de Cuba

Sus ojos, cuánto dicen, cuánto callan,
cuánta agua salada ha corrido en su lecho,
cuántas alegrías se han posado en sí,
Cuánto que me dicen al mirarme en ellos
de sus ilusiones (partidas) me han hablado al fin.

Tienen esa paz del que se ha resignado
cuando ya sus alas ha cortado, un vil
ese criminal arrasador de sueños
y de libertades y anhelos sin fin.

Dicen que está sola, que sueña despierta
esperando el milagro que la haga reír
que la lleve lejos, más allá del nido
hacia los confines del mundo feliz.

Ya los hice míos, y quiero abrazarlos
y besar su luz, y verlos dormir
en el norte claro de sus labios finos
cual rosa radiante de color carmín.