Calma la tempestad y en su
sosiego, te contemplo amada mía.
Un ayer indecoroso se pasea
en el recuerdo
Navegamos en lo incierto, en
la arrogancia, en la envidia
Y nos vestimos de luto para
asistir a la cita del odio.
Muerte y resurrección; esta
pira de vida aún arde sangrienta
Y quizás las sombras largas
del rencor la rescaten para ellas.
Ojala que el amor devenga en
superhéroe así pueda besarte
Y alcance a navegar la
otrora belleza confundida.
Desnúdate. La noche es una
chispa apagada.
Enciéndete para verte como
luna de marzo
Para sembrar mis ansias y
enterrar el dolor.
No podría explicar cómo el
trigo y la miel nacen de tu mano,
Si fuiste volcán y vino
avinagrado
Mas como sol de enero ardo
entre sus brazos
Y me siento distinto a
cualquier tipo que caminó tu calle.
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