no quedan más mentiras que
inventar,
nuestro tiempo se ha ido,
la felicidad ya es río que
va al mar;
mar de muertos amores,
mar de marchitas flores, mar
de sal.
Mar de tardíos momentos,
de rencor y desencuentros,
mar fatal.
No gastes esa lágrima,
no pretendas engañar al
corazón.
No es fácil aceptar que se
dejó de amar, que ya pasó.
Sólo queda lo que me llevo
de ti,
sólo queda lo que te llevas de mí.
Mírame, regala una sonrisa a
nuestro adiós
y ponle una flor a tu mirada
por lo bello de las horas
gastadas,
Por el sudor de sábanas
mojadas,
Por nosotros, por ayer, por
vos y yo.
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