risa de miel, lengua de
fuego,
ojos de lunas oscuras y de
sol pleno,
diamante negro del hondo
infierno.
Libélula encantada de frío
invierno
impía y narcisista, hija de
Febo
con alas de cristal de vuelo
ingenuo,
esbelta y orgullosa, ira de
trueno.
Derramas vanidad igual que
el cielo
con tu traje estrellado de luceros;
caminas grácilmente, diosa y
guerrero
fundidos en un cuerpo de
armadura de acero.
Seduces a los hombres con tu
talento
de fémina fatal … y caen
muertos
rendidos a tus pies lo muy
ingenuos
sin darse cuenta nunca que
ese es tu juego.
Como he caído yo perdido y
ciego,
atado a tus cadenas llegué
al infierno
y al más profundo amor sobre
tu cuerpo
y al más dulce licor, y al
más acerbo.
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