21.2.14

El cowboy

No pude encontrar el sosiego entre las hojas.
El otoño duerme en el abrevadero de las vacas
Y la lluvia que cae impía e indolente.
Crudo es el barro entre los charcos
Donde el agua gorgotea sepulcral
En la tarde gris de mi entrevero.
Aterido y desolado; el cuchillo roe mi profundidad.
Corren los caballos sin un rumbo fijo
A guarecerse bajo un poco de la nada de este cielo.
Del otro lado del mundo la montaña estalla en flor.
Ellos están viniendo por mí.
Una pécora ríe desaforada como víbora bajo el sol.
Puedo oírlos y yo, solo estoy entre mi carne.
Es tarde para caer en llanto y suplicarle a Dios.
Con una sola bala más bastará… y si no,
tan sólo es cuestión de tiempo.

5.2.14

Quedarme solo

Al atravesar el umbral de la vieja puerta
Me habrá tragado la soledad
Con su boca negra;
Me desplomaré en el espiral de casa vacía
Entre un puñado de fotos muertas.

En la mirada los ojos rotos,
En el silencio el triste recuerdo,
En el reloj que no marca el tiempo
El cruel tic tac del desasosiego.

En el ropero su ropa mustia
Como gorriones en pleno invierno
Me invadirá de viejos olores
Que expelerán mohíno aguacero.

La cama sola en medio del cuarto
No está enterada del desconsuelo
Y espera alegre, edredón floreado
Que la colmemos con nuestros cuerpos.

Pero hace instantes ella se ha ido,
Dejóme solo en medio del río
De vida juntos que un día soñamos
Lejos del mundo y su desvarío.


Habré de besar ahora esa botella
Tantas veces
Como alguna vez la he besado a Ella;
Habré de beber y un río llorar
Hasta que el alcohol hágame olvidar.