Amor:
Andaba por el mundo buscando
una fogata que calmara mi frío
Y saltaba de cada barranco
en busca de emociones.
Así, me colgué de cada nube
que pintara una sonrisa
Y me entregué a la carne
queriendo saciar mi sed de amar.
Pero mi corazón seguía hueco
y mi cuerpo desvirtuado era un desierto
de espíritu vacío y
postergado.
Entonces… un día te encontré
un río de sensaciones alocadas
me surcó;
la montaña floreció en
lupinos y amancayes
y la luz de tu agua fresca
colmó mi alma sedienta.
Después… tu fogata me
alcanzó con su tibieza
Y el barranco fue sabana en
primavera
Y mi carne ya no fue carne
sino… Ser
No hay comentarios:
Publicar un comentario