26.6.20

Faith


rafapolab – Página 42 – Rafael PolaClaroscuro del final de los silencios
de barrancos y laderas escarpadas,
tuve todo lo tangible de la vida
pero al final es tal cual no tener nada.

Fui ese hombre que saludó desde el atrio
Engalanado de vestidos y de fama.
Fui ese pobre despojo de la vida
Que de tanto tener no he sido nada.

Lo esencial nunca estuvo a mis alturas
Al espíritu negué en mis hondonadas
Escogí el camino infeliz de los banales
El sendero que conduce hacia la nada.
...

Hoy mi alma viaja sola hacia algún lado
Perpetua e incompleta, abandonada
Pues la fe no ha sido parte de mis días
Y ahora entiendo que sin fe no somos nada.


8.9.18

Resquicio


No sé por qué la noche se reunió en tus ojos
Y el almendro te dio el color de su centro.
Y aunque la noche guarda oscuridad y silencio
En ella los amantes se encienden como el fuego;
El almendro florece lejos del verano
Y siendo aún invierno se corona endiosado
En pétalos fulgentes
con blancos y rosados.

No sé por qué los pájaros anidaron en tu boca;
Sembraron primavera en el arrabal de tus labios;
Colgaron sinfonías en tus cuerdas vocales
Y te dieron la brisa de tu aliento seráfico.
No sé por qué la rosa te regaló su aroma
Y en el resquicio de tus piernas el sol prendió una llama
Si yo tan sólo soy un voyeur en las sombras;
Que no puede alcanzarte;
Que desea tu aroma, tu piel y tu entraña.

15.8.18

El ingrediente


No es la pimienta de cayena,
Resultado de imagen para el ingrediente amorNi el rubio azafrán español.
No es la negra berenjena,
Ni el tomate madurado bajo el sol.

No es el aceite de la verde oliva,
Ni la cebolla del Asia central.
No es el enebro ni la nigella sativa.
Ni es la mostaza o la blanca sal.

No es el laurel, la salvia ni es el ajo,
No es el tomillo ni el dulce pimentón,
No es el comino ni el romero en gajo,
No lo es el orégano, ni es el estragón.

No es la canela, el jengibre o la cúrcuma,
No es el cilantro ni el clavo de olor.
No lo son las papas, la batata o la rúcula.
No lo es la albahaca, ni es la coliflor.

Ella canta alegre y el aroma a comida
Se apodera del aire con su tibio fulgor,
Cuando con sus manos mezcla hierbas finas
Todo se alborota por el corredor.

Sabores y aromas de Europa o de China,
De la dulce América, de oriente o del sol
Como una alquimista ensaya su rutina
Entre sus tribikos, trastos de latón.

Esboza una risa y menea las caderas
Bajo el brujo hechizo de alegre canción
Con sus manos mágicas pela, corta, amasa
Tal cual una diosa con su creación.

La obra está lista y todos se aglutinan
En la mesa grande, allá en el comedor
Esperan deseosos la obra divina
Digna de los dioses y de adoración.

-Dime cocinera, ¿cuál es el secreto?,
¿Cuál el ingrediente?, ¿Cuál es la poción?
-¿No te has dado cuenta pequeño poeta?...
Todo lo transforma tan sólo el amor.

3.6.18

Hoy estuve pelando mi cebolla.

Resultado de imagen para anciano recordandoLa melancolía serpentea silenciosa
Por la aurora boreal de los recuerdos
De una vida que una vez no fue otra cosa
Más que felicidad y gozo pleno.
Imposible escuchar esa canción
Sin que acuchille la daga del recuerdo
Porque me lleva a pensar en ti. Pero no por ti,
Sino por mis queridos viejos tiempos.
Ayer, tan sólo ayer yo era un borrego,
La vida florecía y el futuro estaba lejos.
Hoy tengo el futuro entre mis manos
Pero leo los libros del recuerdo.
Encontré la rosa que dejaste,
Señal que no soñé, que fue muy cierto
Ese ayer despojado de este lastre
Que hoy cuelga de mi traje de viejo.
Imposible escuchar esa canción
Sin que una lágrima ruede por mi pecho
Añorando volver por un instante
A  aquellos benditos momentos.
La vida es así, cual la cebolla
Capa a capa en el tiempo va creciendo
Y se hace grande, verde y sustanciosa
Pero tiene un final como los cuentos.
Y así también si la hurgas capa a capa
Desnudo con tu ser en el silencio
Entre más profundo claves el cuchillo
Más profuso será el duro lagrimeo.
Hoy estuve pelando mi cebolla.

Sunset

Una muchachita de ojitos marrones
Se posó en mi vista, casi sin querer,
Estaba encorvada sobre el banco verde
Acallando el llanto en el atardecer.

Resultado de imagen para anciano en el banco de la plazaEn la Vía Láctea de pequeñas pecas
Que eran sus mejillas de rosa y de miel,
Un sutil orfebre engarzó una lágrima
Que triste corría hacia el gris papel.

Tenía en sus manos una hoja de carta
Y sobre su pollera de tela acrocel
Un corazoncito de rojo escarlata
Que seguramente se lo diera él.

Miraba al vacío de la vieja plaza
Como si buscara su consuelo en él,
O quizás pensando cuál era su culpa
Si lo había amado con todo su ser.

Percibí en su rostro de ángel herido
Que el dolor punzaba con cuchillo cruel,
Y pensé en los años que llevo conmigo
Que el amor por siempre tuvo un arancel.

Y me vi yo mismo en aquella chiquilla
Llorando en la plaza con llanto de hiel
Hace varios lustros, al amor rendido,
Acallando el llanto en un atardecer.

2.6.18

Tarde de gorriones

Un nuevo día gris en la mirada,
Los gorriones henchidos por el frío
Se acurrucan amorosos en las ramas
Planteándole al invierno un desafío.

En esta bruna tarde amada mía
Estiro mis garras al silencio
Para atrapar toda aquella antología
De poemas que escribimos en tu cuerpo.

Y no digas que no, lo necesito
Quiero hallarte en el largo laberinto
De las horas que gastamos beso a beso
En nuestro ardiente adolescente instinto.

Han pasado ya… ya muchos años
Y la elipse del tiempo lo ha esfumado,
Mas te conservo desnuda entre mis brazos
Como el más hermoso diamante engarzado.

No me pidas perdón por haberme dejado
Antes de que el tiempo encaneciera tu huerto,
Mas no existen recuerdos más hermosos
Que lo que pudo ser y no fue cierto.

Es verdad que tuve una gran vida,
Otra mujer me acunó en su seno
Y la amé, sin mentirte lo confieso
E hizo de mí un hombre más bueno.

Pero el elixir de tu aroma de ángel
Persistió como estrella en el tiempo,
Y hoy, ya en el final de mis días
Te he traído a mi lecho de muerto.

Quiero irme tranquilo esta noche
Amalgamado contigo hacia el cielo,
Por eso te he traído a esta tarde…
De gorriones en pleno invierno.

1.6.18

El regreso

Parece que alguien ha muerto…
En la vieja aldea, de pequeñas casas
Pareciera como si alguien hoy ha muerto.
Y yo regresando, hijo de este pueblo
Que un día partiera a futuro incierto.
Aún tengo fresco el vivo recuerdo
De cuando me fui por este sendero
Que lleva al asfalto, al mundo moderno,
Que lleva al futuro y hasta al mismo infierno.
Mi madre lloraba y en su desconsuelo
Prometí que pronto volvería al pueblo,
Para asir su mano y abrazar su cuerpo,
A buscar su amparo en el frío invierno.

Pero esto es muy raro, hay mucho silencio…
Las sendas vacías, no ladran los perros,
Y en los paredones de piedras sin tiempo
El sol sigiloso recuesta su sueño.
Sobre las genistas de amarillo intenso
Las abejas zumban su dulce secreto,
Y en los eucaliptus que rodean el cerro
Escondido trina solo el benteveo.
El sauce silente se mece embustero
En el entrevero que le brinda el huerto
Con vides curvadas, verbenas y ajenjo,
Tercas madreselvas,  peras y ciruelos.

El silencio cunde en el calor de enero.
Cruza una gallina junto a sus polluelos,
Y hasta los portones de madera y hierro
Están hoy cerrados como con misterio.
Hay un gran silencio…
Y poquito a poco me acerco a mi techo.
Ansío ya mismo el mirar intenso
De mi santa madre en su lagrimeo;
Ansío ya mismo asirla en mi pecho
Para regalarle mi más dulce beso…
Está todo igual cual yo lo recuerdo.
El parral, la bomba
De agua y el cantero
Colmado en gladíolos y malvones tersos.
El tilo y la acacia aún son inmensos,
Y el horno de barro sigue contra el cerco.
El galpón de chapas, el leñero, el huerto,
Y al fondo del todo gallinas y puercos.
Nada está cambiado en mi querido pueblo…

Miro hacia lo lejos…
Y de pronto veo
Cruzando el arroyo del puente de hierro,
Que todos caminan rumbo al cementerio.
Una caravana teñida de negro transita marchita
Acarreando un féretro.
El cura, la machi y hasta algunos perros
Son parte solemne del final cortejo.
Pero me disculpo ante el Dios supremo
Y envío de lejos al cristiano muerto
Mi sentido pésame y santo respeto.
Mas lo que yo quiero en este momento
Es tan sólo entrar a mi rancho bueno.
-¿Cómo estará mama? Más viejita, es cierto-
Pero siempre dulce como miel de trébol
Con su trenza al viento y con su pañuelo,
Con sus manos blancas de paz y silencio.
Golpeo la puerta y espero contento
Su asomar cansino de otoños y tiempo.
Pero nadie asoma, ¿estará en el cortejo?..
… Se me hiela el alma, se agita mi pecho,
Mis vellos se erizan, se anuda el garguero.
Y así, sin pensarlo disparado salgo
Corriendo al camino que va al cementerio.
Voy pidiendo a Dios que no sea cierto,
Que no sea ella la que está en el féretro
-        Que no sea mi madre Diosito te ruego
-        Que no sea ella la que se fue al cielo…

Llego al cementerio, está todo el pueblo,
Y como un enjambre de atavío negro
De a uno se abalanzan con brazos abiertos,
Con rostros sombríos y en hondo silencio
Para consolarme y darme sus respetos.
No quiero creerlo, no quiero creerlo,
Por eso me acerco al ataúd de fresno,
Levanto la tapa rogándole al cielo,
Y allí está Ella en el ancho sosiego
Que brinda la muerte al llegar su tiempo.
Allí está Ella cruzando sus dedos
Crucifijo en mano cabalgando al cielo
Con su rostro frío y mudo su cuerpo...
...Y yo regresando, hijo de este pueblo
Que un día partiera a futuro incierto.

17.10.17

Si acaso...

Si tus manos me faltaran,
Resultado de imagen para manos de bebe y de mamaSi tu risa se apagara,
Si tus ojos se cerraran,
Si tus palabras callaran.

Si tu corazón fallara,
Si el aire se te negara,
Si tus pies no me llevaran,
Si tus besos me dejaran.

Si tu voz ya no escuchara,
Si tus cuentos se esfumaran,
Si tu amor se me escapara,
Si tu regazo se enfriara…
¿Sabes cuán duro sería para mí, MAMÁ?

3.10.17

Simultaneidad

Cuando vio a los niños verdes se le cayeron los ojos.
La última vez que habían estado aquí fue diferente;
Él venía del lado inglés, ella de la hecatombe de Hiroshima.
Habían olvidado las palabras, y el odio y el rencor se habían diluido. Todo era paz
Y el universo que los separaba se había desvanecido.
-    El mundo real está justo ahí, paralelo a este - les dijo.
-    ¿El mundo real? Éste es el mundo real - dijo uno de los niños.

11.9.17

A una maestra / a un maestro


Ayer, tan sólo ayer era un zopenco, 
una roca, un cauce, una tela en el atril.
Ayer, tan sólo ayer habitaba la tiniebla oscurantista, 
parado justo al límite que lleva al cielo o al abismo.
Ayer, tan sólo ayer era un carbón,
 una lámpara apagada, un cuero sin curtir.
Pero Ella con su don de hacer estrellas y libertades, 
me llevó por el camino de la luz; hasta allí: justo donde se esfuma la ignorancia.


29.8.17

Dolor de ausencia (a mi querido hermano Horacio)

Voy a entonar una canción en tu recuerdo;
Voy a echarle sal a las heridas
Para encontrarte en el espacio sin tiempo
Aquí en el hueco en que tu ausencia anida.

Voy a llorar porque hace mucho tiempo
Que no te lloro con esta pena mía;
Me esconderé en el alma azul de mi guitarra
En una zamba y su dulce armonía.

Hoy voy a estar desconsolado y triste
Como el cielo gris de aquel invierno
En que te fuiste sin avisar que partirías
Hacia la inmensa paz del sueño eterno.

Voy a cantar una canción en tu recuerdo,
Derramaré mi alma en aguacero;
Voy a contarte, ¡ay! cuánto te extraño
Con mi dolor de cuerda y clavijero.

5.6.17

EMPATÍA OBRERA


Me veo en tus ojos,
En la pesadez de tu paso cansino,
En el apretar de tus manos callosas,
En el palpitar de esa copa de vino.
Me veo en tu vuelo,
El que nunca despegó del suelo,
El que se amarró a la soga de esperanza,
El que cada día te somete a duelo.
Me veo en tu ira,
En tu minusvalía frente a la batalla,
En esa impotencia que gastó tus años,
En ese dolor: el que nunca calla.
Me veo en tu cuerpo,
En la esclavitud de tus largas jornadas,
En el vomitivo cráter del hastío,
En esas limosnas que son casi nada.

¡Oh querido hermano!
Me pongo en tu talla,
Me calzo tu piel,
Me hundo en tu agua.
Comparto tu llanto,
Tu desesperanza.
Comparto tu ira,
Tu dolor, tu entraña.

¡Ay! ¡Ay cómo ansío la gloria divina!
Para yo pararme en las puertas de tu alma
Y poder quitar tu corona de espinas,
Y secar tu sangre la que nunca para.
¡Ay! ¡Ay querido hermano de esta patria mía!
De este territorio  asolado, en jirones,
Sabes que comparto tu mismo presente,
Futuro y pasado como otros millones
De trabajadores de ¡esta Patria Mía!
Que han deshilachado oscuros traidores.

21.3.17

Otoño

Una a una van cayendo
Como letras de un poema
Acarreadas por la brisa
de este abril de luna nueva.
Unas ocre, unas zainas,
otras que mueren de pena
porque aún con savia fresca
volverán a ser esencia.

Se ha teñido de amarillo
El camino hacia la escuela
Alfombrado de crujientes
Retazos de hojillas muertas.
El sol se duerme temprano
Y más tarde se despierta
Hay humo en las chimeneas
Es señal de invierno cerca.

El árbol se siente vano
Sin aves en sus horquetas
Alza sus ramas al cielo
Como rogando que vuelvan
Con su trinar encendido
De estío en hora de siesta
Cuando la brisa no sopla
Y el verde esta en la floresta.

Aromas de chocolate
Con leche y azúcar negra
se entremezclan en el aire
Con el olor a humareda
De las fogatas que vuelven
En cenizas las hojuelas
Esas que ayer eran sombra
Y hoy ensucian las veredas.

Se ha instalado ya el otoño
Y mi alma lo festeja
con un latir enjundioso
de poeta en musa plena.
Es el tiempo de pantuflas
Y  sillón junto a la hoguera
Es tiempo de poesía
Y melancolía buena.

12.3.17

La luna de sangre


Todos corrieron aturdidos a guarecerse bajo el halo rojo.
Todos llevaron un poco de mierda en la columna vertebral de sus despojos.
Resultado de imagen para luna rojaTodos miraron azorados la herida roja que  en el cielo refulgía.
Todos se creyeron buenos en las alfombras persas que en el suelo tendían.
Todos ensayaron mudras con sus manos avaras.
Todos cerraron sus ojos y sintieron liberarse de su tara…

Todos regresaron tenues, apaciguados y silentes.
Todos con el alma limpia, iluminada y reluciente...

Todos, aún no despertaron de su histeria colectiva.

2.3.17

El llamado

Cae la lluvia insensible en las calles silenciosas;
Estrepitosa hemorragia en la noche despoblada
Que de sólo crepitar como le antoja
Carcome mi humanidad tan desalmada.

Y aquí estás, como un gorrión empedernido,
Empeñada en quitarle la libertad a mis andadas
Y clavarle clemente el último cuchillo
A mi pobre corazón que ya no es nada.

No quiero ser consciente del último suspiro,
No quiero darme cuenta de mi última pisada;
Más sé que estás, y estoy tranquilo
Aunque me lleves poco a poco y en tajadas.

Cae la lluvia insensible en las calles silenciosas;
Amé la soledad y sus coartadas,
Amo el sentirme sólo una cifra de la vida,
Así que no te regodees… pues no estoy aquí por tu llamada.