12.6.12

Viaje al mar


La claridad indemne se posó en su rostro
tras negra batalla con la opaca noche
y se abrió el camino, blanco como un copo
y el sol irradió el oro en su coche
Como un torbellino librado a su antojo
celebró su mente sin darse reproches
la alba transparencia de horizonte rojo
que colgaba el cielo pendida de un broche
Aguas cristalinas danzaban su loco
baile de quimeras, de sal y derroche
de energía y brisa marina en el ojo
de la misma vida embebida en ponche.
Un azul profundo inundó sus ojos
y sus pies descalza sobre átomos ocre
plasmaban sus huellas, livianas de todo
planeando hacia el agua, alejando el monte.
Y sintió en sus plantas la humedad sin lodo
de la orilla plana, de mareas torpes
entonces volaron sus ropas, sus modos
para hundir su cuerpo en espuma y goce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario