Caminé por la cuerda de tu
barrilete
cual osado equilibrista sagaz,
de tu sonrisa limpia como el
pan.
Quise cortar las flores del
Edén
y un ramillete en tu puerta
dejar;
intenté cambiar (de la
gravedad) la ley
así tus ojitos no dejaran de
soñar.
Y te volviste cometa de
colores
bañado en sol y manos sin
matar,
y te entendiste con otros
resplandores
para tu alma pura emancipar.
Y en sueños, principito te
envolviste
germinados en el amor
sideral
de bondades lozanas e ingenuas,
de caricias de mamá y papá.
Y se llenaron tus silencios
de alegría,
de mariposas en azul del
alfalfal,
de manzanas frescas, de
savia transparente,
de melodías de caja musical.
Shhhhh…No despiertes.
Juguemos en tus sueños sin edad
volemos en calesas de
celeste caramelo,
derrotemos gigantes, tomemos
la sortija.
Llenemos de alegría la
ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario