Con ganas de ser río desde
el pecho,
se retuerce el alma mía en
tu recuerdo,
una tormenta es mi corazón
muerto
Un nudo en la garganta,
cielo ciego
corbata no elegante, cedazo
negro
que no puede separar el
desosiego
de la dicha que se oculta
por ahí dentro.
Cierro los ojos como un
trueno
a punto de sonar rajando el
cielo
y espero la estridencia del
relámpago
que me ilumine o me parta
como un queso.
Me llama desde el cuarto el
blanco lecho
para juntos perdernos a contemplar
el techo
para llamar a la muerte que
está lejos
o sucumbir en andas de
Morfeo.
Hay sol, y el aire vaga
denso
no quiero ser paloma en este
vuelo
estoy posado en bajas
persianas
vacío está mi nido y no es invierno.
…No creo que la luz de tus
caricias
pueda urdir mis lías
desatadas
estoy nadando en la
melancolía.
Talvez te llame mañana.
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