¿Cómo
puede caer una lágrima desde el ayer si ya no soy ese?
Y...
¿Por qué cae?..
Nos
dimos un abrazo y el abismo se esfumó.
El ayer
se hizo presente y a la vez desvaneció
Las horas
derretidas en el templo del silencio.
La virgen
vestal, la que cuida la llama, no dio razones,
Pero el
huracán apagó las horas de todos estos años
Y el
tren y la estación se detuvieron en un abismo de cámara lenta.
Ahí
estás, tal como te llevé en mi memoria de zombi
Con tu
hilaridad centelleante y júbilo en los ojos.
Ahí estás
como ayer, y yo, como hoy, en el presente.
No
termino de dar vueltas por el aire, no termino de componerme.
Los trozos
de mí no amalgaman, no encajan, no puedo ser.
De pronto…
tu voz, tu voz de música lejana emana el ingrediente.
El
embudo en el que estoy me libera
Y puedo
sentir.
Ahora
puedo darme cuenta de la lágrima.
Ahora
tengo las respuestas.
La lágrima
no es de ayer. La lágrima es de hoy...
Y es por mí.
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