10.1.12

Plácido comienzo


Te bebiste de un trago la simiente
blancura espesa y germinal
gestada en latidos tan ardientes
como el mismo pecado original.
Entonces desmayé convaleciente
tras convulsiva hecatombe matinal
que descolgó a Febo del saliente
para fundirlo en hoguera infernal.
El día comenzó plácidamente,
ya en sosiego el huracán hormonal,
sonrientes  nos mezclamos con la gente
en rutinario trajín  de trabajar.

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