Alguna vez el mismo sol que
hoy miro
Calentó tu figura y tus
mañanas
Cuando eras uno, junto con
el viento
Y era tuya esta tierra y sus
entrañas.
Alguna vez en el fondo de la
noche
Entre el frío, la niebla o la nevada
Se escuchó el llanto que
anunciaba vida:
De tu mujer tus raíces
despertaban.
Alguna vez a la orilla del
fogón
Con las estrellas cobijando
vuestras almas
Tus abuelos te contaron las historias
Que conformaban la estirpe
de tu raza.
Alguna vez entre la pampa y
la meseta
Guanaqueaste en libertad con
la esperanza
De aquel mañana que soñaron
tus ancestros
En consonancia con la mapu y
su enseñanza.
Pero un día esa amalgama con
el cosmos
Fue quebrada como el hielo
de la escarcha
Por el sable y la bala de un
guerrero
Sediento de sembrar sólo
matanza.
Con su dios, su lengua y su cultura
Te redujeron a tan sólo
algunas almas
Prisioneras del racismo y la
miseria
La esclavitud, la indignidad
y la privanza.
Se quedaron con tus tierras
y tus ríos
Con tus lagos, tus montañas
y tu pampa
Esclavizaron tus mujeres y
tus hijos
Y te privaron de tu vida de
bonanza.
Alguna vez, quizás, talvez
mañana
Se reivindique a tu cultura
y a tu raza
Y realidad será el sueño de
tus viejos
Que se durmieron con la
esperanza
De regresar a su mapu bienamada.
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