2.1.14

Mordisco (Pecado original)

Ah! Manzana deliciosa,
Torbellino de deseo incumplido
Déjame catar el zumo de tu nido
Déjame beber de tu humedad sabrosa.

Quisiera asirte suave entre mis dedos,
Palpar con mis yemas tu lozana frescura,
Oler encendido tu perfume de enero
Y perderme ufano en tu clara hondura.

Déjame morder tu cáscara jugosa
Déjame flamear allí, en el paraíso
Déjame saciar mi sed y mi apetito
De tu pulpa inalcanzable de diosa.

Quisiera recorrerte como cálida brisa
Y erizar tus poros de fruta alevosa
En mi lengua aguada ante la prisa
De querer poseer tu entraña primorosa.

Déjame llegar al filo de tu abismo
Y ahogarme perdido en tu finura pulposa.   
Déjame posar en tu capullo encendido
Y quemarme en las llamas de tu pared carnosa.

Quisiera, aunque fuera un pequeño mordisco,
De esa miel que me llama tan pecaminosa,
Y esperar del Señor el peor de los castigos
Y arder en el infierno…
Por desear desflorar una rosa.

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