Cuidado cuando tejas
ilusiones muy finas
abriéndose en tu alma
anunciada una brida
mellando en la esperanza las
ansias de soñar.
Es la vida del hombre de
ilusión vespertina
anhelo tras anhelo los días
se nos van
y al mirar hacia atrás
olvidas lo mezquina
que ha sido tu existencia en
sueños-realidad.
¿Qué sería de mí sin
ilusiones divinas
que como el agua del río
siempre adelante van?
Acaso no existiere un
proyecto, una cima
si no hubiera esperanza como
cada día pan.
No renuncies a soñar, aunque
cueste una herida
de deseo no cumplido, de
esperanzas sin fraguar
porque hay un mañana, porque
hay una vida
porque sin fantasías no habría
realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario