Ayer, cuando
no existía el tiempo y podía oler tu aroma.
Hoy, cuando
te extraño.
Asoma
el sol a lo lejos
Es el
clarear del nuevo día
Es de
la noche agonía
Y es de
la vida reflejo.
Como el
riel de aquella vía
Que
se ha llevado algún día
Mi
niñez ya sin regreso.
He
despertado otra vez
Y eso
en mí causa alegría
Anoche
en mi letanía
Rogué
no volverme viejo.
Pero hoy
medito perplejo
Toda
esta contradicción
De ser, estar o no ser
Cuestión
que aún no manejo.
Quisiera
volver a verla
Y a
desandar el camino
Devolver
a la uva el vino
Y al
animal su pellejo.
Quisiera
tomar su mano
Impoluta
y cohibida
Y en
dos palabras urdidas
Regalarle
mi cortejo.
Quisiera
hoy caminar
Detrás
de sus pasos de hada
Y
amarla en cada pisada
Con
mi corazón bermejo.
Quisiera
tomar su aroma
De obrera
de piel cansada
Esa
amalgama dorada
De olores
de tiempos viejos.
Pero
el presente está lejos
De aquellos
días radiantes
Cuando
Ella, mi santa madre
Me acunaba
en tibio pecho.
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