13.10.13

Domingo por la mañana

Mañana, cuando te encuentre
Seremos dos cachorros jugando en la hojarasca que dejó el otoño.
Te miraré, me mirarás y nuestros ojos se habrán entendido
En la confluencia de las almas gemelas.
Correremos bajo el sol de la mañana
Y volveremos a reírnos y jugar.
La miel de tus ojos endulzará mi alma
Y la abeja del amor libará de la flor de la nostalgia.
Nos diremos cuánto nos hemos extrañado
Y hasta quizás ruede una lágrima.
Los álamos de la chacra nos mirarán absortos
Y los zorzales nos cantarán su melodía.
Te abrazaré, me abrazarás y la espiral del tiempo
Se habrá diluido en las catacumbas del recuerdo.
Enredaré mis dedos en los rulos de tu cabello
Y mis manos se entibiarán en tu rostro de niño.
Ahí, ahí te besaré, te apretujaré en mi pecho y te amaré por toda la eternidad.
Así te recuerdo y te extraño, así te lloro cada domingo por la mañana
Cuando el teléfono ya no suena.

3 comentarios:

  1. Andrés vengo de leerle de la página de Mundo Poesía Poemas. Es un placer leer sus escritos.
    Abrazos. Rosa.

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  2. Ayy Andres, que versos más emotivos y bellos, tocan las más intimas fibras del corazón y lo hacen palpitar de emoción. Es la primera vez que te leo y te aseguro que no será la última. Besos llenos de admiración. Isabel (Lomafresquita)

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