30.9.16

Equívoca


Te creíste nieve eterna, y tan sólo eras escarcha,
apenas frío rocío, de invierno por la mañana.
Te pensaste perdurable rodando la vía láctea,
pero estrella fugaz eras  pasando por mi ventana.
Te sentiste omnipotente como el sol en la montaña
mas sólo fuiste el calor que proporcionan las brasas.
Te soñaste ser la reina de la belleza mundana.
Es cierto. Eres muy bella, pero con eso no alcanza.
Y te vestiste  de fuego para calentar mi cama,
y con fuego me quemé hasta llagar mis espaldas.

Te moriste.
Te sepulté muy dentro de mi alma,
y aunque duele tu recuerdo carcelero
se crece en la condena y la batalla.
Ya no bebo la miel de la esperanza,
ya no te sueño  junto a mí por las mañanas.
Creíste ser volcán y sólo quedas lava,
creíste ser bandada, pero tan sólo eres
un pequeño par de alas.

3 comentarios:

  1. En este verso, Andrés, tienes unos versos formidables.
    Siento haber tardado tanto en pasar por tu blog.

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