Se enraíza en el mar de
tinta de mi pluma,
a través de mis venas por mi
sangre circula,
eriza mis neuronas su
energía de musa
Le duele al contemplar la
injusticia que azuza,
le duele cuando al niño sus
derechos le truncan
y le duele el obrero sin una
paga justa.
Una clara sentencia que mi
vida encolumna,
completamente impía con la
justicia injusta,
con zarpas afiladas y de
palabra adusta.
Le duele la esperanza del
que esperó en la ruta
que pasase impoluta la
fortuna suya.
Le duele que ganare la
costumbre corrupta
que disputa a la ética su
trono de aura pura.
Un punto de agua clara que
pretende ser lluvia
para poder ahogar la maldad
y la injuria
para poder lavar del que
oprime su gubia
y para libertar el dolor que
me angustia.
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