¡Uh!..
Creo que hoy, otra vez, no te veré;
El
mismo remolino de siempre;
La
misma sensación de caer al vacío.
¡Ah!..
Cuanto te extraño esta noche.
En
este laberinto de alcohol
Necesito
de tu piel y tu voz.
¡Oh!
Nena, hace ya tanto tiempo
Que
la sangre se me secó y
La
ruleta otra vez sacó mi número
Hacia
el cielo.
¡oh!
Nena, estoy cayendo al abismo
Y
estoy cada vez más ausente.
Mi
alma es un agujero insensible
Como
el cielo.
Quiero
salir a buscarte, pero no puedo.
El
desconsuelo me paraliza y me hundo
En
la más profunda oquedad.
Ya
he estado en estos caminos
Pero
nunca pasé el límite.
Éste
laberinto de sueño
Me
fragmenta entre dos polos
Y
cercena mi razón:
Mi
razón de vivir.
Mi
Ser se despoja de su carga
Y
el lastre ya no pesa.
Mi
mente gira como un tornado de paz
Y
me eleva como un papel
Hacia
el cielo.
¡Oh!
Nena
Siento
que ya no te extraño.
Me muerde la tristeza
ResponderEliminarcomo un perro sin rabia
ahora que no te quiero
y sin embargo me embargas.
Gracias Anacanta por tu visita. Un abrazo
EliminarLlega un instante en que la sobredosis de ternura deja sentir su peso....el amor que no puede ser por esas cosas ilógicas de la existencia, pero el Ser, en nuestra profundidad aliviana el peso del dolor y el tormento como bien tú lo expresas en tu poema.
ResponderEliminarGracias Caro por tu visita y tu comentario. Saludos!
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