A mis amados hermanos Horacio y Dany
Deposito
en la urna azul de mi guitarra
Enredadera
arcana de pasiones verdes
Que
mustia hoy acaba en vestirse de invierno.
Quise
mitigar la angustia y el dolor
Sumergiéndome
en la ceguera del milagro
Por
no poder cambiar ni el rumbo ni el destino
De la
vida misma y sus tragos amargos.
No sé
por qué la barca de infortunios
Arribó
de nuevo silente a nuestras casas
Si
aún no terminábamos de aceptar la ida
Y
acabar el duelo de otra desgracia.
Por
eso hoy te abrazo guitarra bendita
Porque
entre ellos y yo siempre fuiste un lazo
Gracias
al cantar armonioso de mi pueblo
Ellos
y yo fuimos un mismo pedazo.
Dura,
muy dura es la despedida
Cuando
no pudiste entregar el abrazo
De –
Nos veremos pronto por algún camino
Para
conversar acompañando el paso.
Llora,
llora sin consuelo guitarra querida
Por
tu manantial de cuerdas, cadencioso
Libera
este grito de mi desconsuelo
Y
llega a sus almas en mi triste responso.
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