Los
pájaros oscuros que me revolotean
(En
este preciso instante)
Me
llevan en sus alas negras a pensar en vos.
En
todo lo que dejaron las luminarias de tu alma
En lo
poco que fue y lo mucho que no podrá ser.
Me
pregunto…
Si te hubiera mostrado mi madera podrida
¿Hubieras
amado mi flor, mi fruto sumiso?
¿Atesorarías
en tu piel la frescura de mi sombra?
Y si
te hubiese enseñado mi fragilidad tan insegura…
¿Te habrías
sentido a resguardo en mi pecho?
¿Te hubiera
cautivado mi lana de peluche?
¿Hubieses
comprendido al lobo?
Nos
han enseñado a no desnudarnos, a amar lo fútil, lo baladí,
Lo externo
y aparente. Tuve miedo de ser.
Hoy, estoy
aquí, en mi jaula de pájaro carroñero,
En
esta tumba maloliente. Un paria más de la existencia.
Perdí
el mapa, extravié el camino
Y te
preferí muerta antes que de otro.
Maldita
la oscuridad de perro rabioso que me habita,
Y se
apoderó de mí aquel instante.
Maldito
corcho que saltó y liberó las eruptivas
burbujas
De mi
champán avinagrado.
Maldito
mi ser que no puede acompasar con esta realidad.
Maldito
yo por no estar arrepentido.
Te amo.
Gracias por la visita David, prometo visitarte pronto. Un abrazo!!
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