(I)
Pasas,
y como si nada sucediera
No
puedes darte cuenta del Big Bang que acontece:
En mi
alma, en mi corazón fibrilado,
En el
mar de axones y dendritas
Y en
la Vía Láctea de mis hormonas.
(II)
Estás,
y el tiempo se detiene.
La
alegría se esparce por los poros;
Las
cucarachas huyen y las calandrias se posan en el tendal.
No
hacen falta música ni manjares. Tan sólo Tú.
(III)
Tomas
mi mano y un vuelo de palomas siembra mi paz.
Siento
que no caigo ya al barranco
Mi
pobre humanidad de niño inseguro.
(IV)
No ha
de secarse esta lágrima, no
Hasta
que el tenue aliento de tu boca de fresa
Vuelva
a posarse en mis labios ávidos y descarnados.
(V)
Te
has ido, el colchón aún conserva la tibieza de unos cuerpos.
Por
el aire vaga un aroma genital.
El
baño aún está húmedo y fragante.
Has
olvidado una tanga a los pies de la cama.
(VI)
Búscame
si estás perdida,
Si
has extraviado el camino a casa.
No me
he mudado: Sigo clavado en el mismo agujero
Y la
llave continúa debajo de la alfombra.
(VII)
La
soledad me carcome en el silencio
Y la
almohada, húmeda y helada no da consuelo.
Me he
levantado y he salido a la calle,
A
buscarte en esta noche fría.
(VIII)
Quizás
regrese al estanque en que te besé.
Tan
sólo para acariciar con mis cornetes
El
aroma del agua clara en donde quedó aprisionado
El
perfume de tus pies de ninfa.
(IX)
Déjame
sentirte una vez más,
Remover
el enjambre de tu piel desnuda,
Olvidarme
del mundo atado a tu cintura
Y estallar
en los átomos azules de tu ser.
(X)
He
decidido ya no pensar en Ti.
Me he
sumergido en un mundo de T.V. vacía,
De
copa de vino y comida ligera,
De
horas de internet y amigos virtuales.
Pero
no lo he conseguido.